En la partida del Pozo de Gata, situada al norte del término municipal, se han encontrado restos de un poblado ibérico. Los íberos solían construir sus asentamientos en lugares elevados para conseguir una mejor defensa contra sus enemigos. Por esta misma razón, también los amurallaban. Es posible que el pueblo de Llíber tenga su origen en una villa romana, puesto que se ha especulado que su nombre podría proceder de praedium Liberii, es decir, la finca de Liberius. Ya en la Edad Media, las tierras Llíberenses fueron conquistadas a los musulmanes el 1245 por el rey Jaime I. A principios del siglo XV, las poblaciones de Xaló, Llíber y Alcalalí tenían como señor a don Pedro de Castellví, pero en 1408 vendió este último lugar y su término a Jaime Verdeguer. La antigua demarcación del Castillo de Aixa quedó así dividida en dos señoríos, que serán el origen de las respectivas Baronías de Alcalalí-Mosquera y Xaló-Llíber. Desde el año 1413 hasta el 1444 formó parte del señorío de los Martorell, alcurnia a la que pertenecía el célebre novelista, Joanot Martorell, el autor del libro de caballerías Tirant lo Blanc. El año 1444 el lugar de Llíber fue vendido judicialmente a instancia de los acreedores de Galcerán Martorell, hermano de Joanot. Los adquirentes fueron don Gonzalo de Híjar, comendador de Montalbán, y su esposa, doña Inés de Portugal. El día 12 de septiembre de aquel mismo año, este matrimonio vendió Llíber a su hijo Pedro. La expulsión de los moriscos significó la despoblación total de Llíber y la consiguiente llegada de nuevos colonos, procedentes en su mayoría de la villa mallorquina de Llucmajor. Esta vinculación histórica es el fundamento que justifica el hermanamiento que existe entre las dos poblaciones.

 

 

Es un estrecho valle entre montañas que recoge las aguas que bajan desde la Sierra del Castillo de Aixa. En esta partida encontramos una antigua balsa como mudo testigo de otros tiempos en que había huertas. Entre su flora, existe un endemismo que sólo se da aquí y en el Cabo de la Nao; se trata de la planta denominada Erica Arborea.

 

 

Forman un conjunto de un gran valor arquitectónico y paisajístico. Existen dos grupos fundamentales de estas construcciones tradicionales: por un lado, los riuraus que están situados en la falda de la montaña en que se halla Llíber, cuya ubicación responde a la necesidad de preservar la pasa de los rocíos que se suelen producir en el Pla de Llíber y, por otro, los que se encuentran en la partida denominada de Els Cairons.